jueves, 19 de enero de 2012

El regreso


Regresar significa no llegar a irse. Es partir con el ancla en el puerto, arrancar un árbol y dejar sus semillas. Regresar es salir olvidando el equipaje, es despedirse con un hasta luego, una fotografía, el recuerdo. Regresar es gresar dos veces. Es ir para después volver. Para algunos es de tontos. Para los tontos es de sólo algunos. Los ancianos sabían que ocurriría. Era cuestión de tiempo tal y como sucede con la espera. El que es pera, se despela. El que se despela, se queda sin pelo. Los calvos no se peinan. Los peines tienen dientes. Los dientes están en la boca y para boca la del lobo; ¡pero qué orejas más grandes tienes! Es que soy Dumbo. Y así siguió su rumbo, hasta que regresó. Y es que regresar significa, no llegar a irse.

Hemos vuelto!



Hace ya un año que empezamos esto... y para celebrarlo, hemos vuelto a creer en este viaje!
Ocupar cinco minutitos del día a hacer un dibujo, desconectar del resto del mundo y dejar un cachito de ti en un trocito de papel.

¡Soñar con que cada día sea impar!